Durante una misión de transporte de suministros a las tropas de la Federación que mantienen el control en una estación de comunicaciones del Dominio capturada por la Flota Estelar, Sisko observa como las tropas no solo tienen que resistir ante los ataques diarios del enemigo, sino que además son víctimas de minas antipersonas ocultas en el subespacio. Debido a la importancia de su misión allí, Sisko decide permanecer junto a ellos el tiempo que sea necesario.