La naturaleza hizo a Ash Lynx un hombre hermoso al que convirtieron en un asesino despiadado y frío. Era un niño fugitivo criado como el heredero adoptado, el ejecutor y juguete sexual de “Papa” Dino Golzine, el señor del crimen de la Costa Este. Sin embargo, cuando Ash cumple los diecisiete años, decide huir de este reino de poder y riquezas para unirse a una banda de matones callejeros. En ese momento conocerá a Eiji Okamura, un joven e inocente fotógrafo llegado desde Japón que caerá en la espiral de orgullo, lujuria, ira y orgullo provocada por el nombre en clave “Banana Fish”.