Paul y Jessie Duncan (Greg Kinnear, Rebecca Romjin-Stamos) han perdido a Adam (Cameron Bright), su hijo de ocho años, en un trágico accidente. Durante los preparativos del entierro, el doctor Richard Wells (Robert De Niro) les hace una propuesta increíble: clonar a su hijo para devolverlo a la vida. El matrimonio acepta, a pesar de los obvios inconvenientes legales, éticos y morales que se les plantean en este fáustico pacto con el doctor Wells. El secretismo que se les exige es insignificante comparado con el hecho de que su hijo tenga otra vez la oportunidad de vivir. La pareja debe entonces trasladarse a Riverton, donde Adam será clonado en la impresionante clínica de fertilidad de Wells.